Las proteínas de la seda son muy apreciadas en la industria cosmética por sus propiedades nutritivas, hidratantes y antienvejecimiento. A menudo se utilizan en diversos productos para el cuidado de la piel y el cabello, como cremas hidratantes, sueros, mascarillas, champús y acondicionadores. Y hay varias razones para ello.
Los capullos de seda contienen dos proteínas principales que se utilizan habitualmente en cosmética: la fibroína y la sericina. Estos son los principales ingredientes beneficiosos que pueden extraerse de estas proteínas y utilizarse en cosmética:
Aminoácidos: Tanto la fibroína como la sericina son ricas en aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas. Los aminoácidos ayudan a nutrir y fortalecer la piel y el cabello.
Antioxidantes: Las proteínas de la seda contienen antioxidantes que pueden ayudar a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres, que pueden acelerar el proceso de envejecimiento.
Hidratantes: Las proteínas de la seda tienen excelentes propiedades hidratantes y pueden ayudar a mantener la piel hidratada, suave y flexible.
Formadores de película: La estructura molecular única de las proteínas de la seda les permite formar una película protectora sobre la piel y el cabello, lo que puede ayudar a reducir los daños y mejorar la textura.
Agentes calmantes: Se ha demostrado que la sericina tiene propiedades antiinflamatorias, que pueden ayudar a suavizar y calmar la piel irritada.
Potenciadores del colágeno: Se ha descubierto que la sericina estimula la producción de colágeno, lo que puede ayudar a mejorar la elasticidad y firmeza de la piel.