Lana de oveja de Europa
La lana de oveja se utiliza en muchos de nuestros productos. Por ejemplo, como revestimiento para colchones y toppers o como material de relleno para cubrecolchones, mantas y almohadas. La lana tiene un volumen esponjoso y buenas propiedades térmicas, absorbe mucha humedad y -gracias a su grasa de lana- tiene un efecto limpiador natural. La protección, el calor y el bienestar que ofrece la lana han sido valorados por los pueblos de todo el mundo durante miles de años. Las ovejas no sólo preservan nuestros paisajes culturales y los protegen de la desertización, sino que también pueden soportar grandes fluctuaciones de temperatura. Esto tiene que ver con la estructura de su lana. Las fibras de lana onduladas encierran una bolsa de aire que permite a la lana almacenar o disipar el calor. Pueden absorber aproximadamente un tercio de su peso en humedad y liberarla rápidamente al aire. El pelaje garantiza que la oveja no pase ni demasiado frío ni demasiado calor. Algunas ovejas están en los pastos todo el año y pueden soportar incluso la nieve y las heladas. La lana obtenida tras el esquileo conserva estas propiedades de regulación de la temperatura. También garantizan que la cama de lana virgen sea muy adecuada para el verano. El pelo de la lana es autolimpiable gracias a la lanolina, la grasa natural de la lana: airearlo al aire libre suele ser suficiente.